Mascarilla de arcilla rosa y germen de trigo.

Hoy domingo es un día perfecto para, además de compartir con la familia, cuidarnos, mimarnos y
dedicarnos ese tiempo que todos necesitamos para estar con nosotros mismos.
Lee, pasea, escucha música, ve esa película que te apetece, mantén esa conversación que tienes pendiente y, además, guarda un ratito para mimar tu piel.
Hoy te dejo mi receta de mascarilla facial para todo tipo de pieles, pero en especial para las pieles sensibles que requieren de un cuidado especial.

Arcilla rosa.
Agua destilada o mineral.
Una cucharadita de aceite germen de trigo.

En la preparación de la arcilla no usaremos ningún recipiente ni utensilio metálico para que ésta mantenga intacta sus propiedades.

Ponemos en un bol la cantidad de arcilla rosa necesaria para cubrir nuestro rostro y cuello.
Añadimos el agua necesaria para obtener una pasta homogénea y sin grumos con la que cubrir nuestra piel. A mí me gusta que quede pastosilla.
Añadimos una cucharada de germen de trigo primera presión en frío y de cultivo ecológico y removemos bien. Dejamos asentar 5 minutos mientras lavamos nuestra piel con nuestro jabón artesanal y secamos.
Aplicamos sobre la piel en una gruesa capa y dejamos actuar de 15 a 20 minutos.
Retiramos con agua tibia hasta que no quede ningún resto en el rostro.
Aplicamos nuestra crema de elaboración natural habitual.
Nuestra piel estará limpia, tersa, reluciente, profundamente hidratada y bella.

Recuerda que la arcilla rosa limpia y purifica y al tener propiedades hidratantes y calmantes es perfecta para las pieles sensibles.
El germen de trigo por su riqueza en vitamina E es antioxidante, altamente nutritivo y un aliado para pieles secas y desvitalizadas.