Aceite de germen de trigo, de girasol y cera de abejas pura para tratar la piel seca y desvitalizada.

Hace varios días empecé a notar la piel de mi cara muy seca, cosa que no había ocurrido de
una manera tan generalizada desde hacía mucho tiempo; sólo venía sucediendo por zonas específicas y en cambios de estación o en periodos de mucho estrés y nerviosismo.
Se lo he achacado a las altas temperaturas y a la sequedad del ambiente, así como a unos cambios en la dieta y a un pequeño estrés emocional fruto de los vaivenes de la vida, todo ello siempre visto desde un punto de vista constructivo y positivo.
Tras revisar estas circunstancias me he puesto manos a la obra para recuperar la salud y la textura de mi piel.
Me he pulverizado agua de rosas varias veces al día para disminuir la sensación de tirantez que experimentaba.
He aumentado la ingesta de agua para aportar hidratación a mi piel vía interna.
Y me he elaborado una crema altamente nutritiva para devolverle su tacto habitual.
He optado por elementos de origen vegetal propios de la tierra, sin añadir conservantes de ningún tipo (por lo que mi crema se encuentra en la nevera) ni fragancias, por lo que tiene un maravilloso olor a natural, como a mí me gusta.
Los ingredientes son aceite de germen de trigo y aceite de girasol ambos de primera presión en frío y procedentes de la agricultura ecológica, cera de abejas pura y Olivem.
Me ha quedado una crema consistente y altamente nutritiva cuyo tiempo de absorción ha aumentado garantizando así una nutrición profunda de la piel.
En sólo dos días mi piel ha recuperado su salud, está suave y tersa, luce resplandeciente y ha desaparecido por completo la sensación de tirantez.
¿Gracias a qué?
El aceite de germen de trigo es el que más contenido en vitamina E posee de todos los aceites, seguido por el aceite de girasol. Es ideal para devolver la salud y por tanto la belleza de la piel seca y desvitalizada.
El aceite de girasol además de su riqueza en vitamina E es muy rico en grasas polinsaturadas. Mejora el estado de salud de la piel en caso de eccemas, entre otros.
La cera de abejas protege nuestra piel del aire frío o seco, impermeabiliza nuestro rostro dejándonos la piel suave y sedosa y previene la aparición de arrugas.
Te invito a probarla.

Rosabel Domínguez.

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