Cosmética natural

Cosmética natural
Medicina natural para tu piel

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miércoles, 30 de octubre de 2013

USOS MEDICINALES DEL GERANIO

La presencia de tanino y los principios amargos de sus hojas es lo que le otorga a las distintas clases de
geranio sus principales propiedades medicinales.
Usaremos preferentemente las hojas frescas y los tallos más tiernos.
El geranio es esencialmente astringente y antihemorrágico.
En uso externo tiene la propiedad de sanar las heridas viejas, regenerando nuevamente la piel y de cicatrizar las heridas frescas.
En la antigüedad se usaba para consolidar las fracturas y para eliminar los tumores.
Usado en baños de asiento y complementado por la toma de infusiones es usado en el tratamiento complementario de las hemorragias uterinas y en el tratamiento complementario del cáncer de útero.
Tanto si lo usamos en planta fresca como en esencia es muy útil en la preparación de ungüentos destinados a la cura de eccemas y dermatosis.
Tomado es diurético y antidiarreico, estimula las suprarrenales, muy útil en el tratamiento de gastroenteritis, de las hemorragias uterinas, como vimos anteriormente, de la diabetes y de las úlceras gástricas.
Como complemento también en el tratamiento de tumores.
Las flores frescas de geranio se usan sobre los ojos en casos de oftalmia.
Podemos prepararla en infusión para su uso por vía interna, cataplasma para aplicarla sobre heridas y llagas, en cocimiento para la realización de gárgaras y baños de asiento y en tinturas.


En nuestros talleres y cursos de Botica natural aprenderás a reconocer las plantas medicinales del entorno y sus propiedades medicinales para a través de las distintas preparaciones de la Fitoterpia práctica beneficiarte de ellas.

Próximos talleres y cursos:

Toledo, España. Taller de Botica natural: sábado 2 de noviembre.

Lima, Perú. Curso Botica natural: Introducción a la Fitoterapia práctica: 9 y 10 de noviembre.

Para mayor información puedes contactar con nosotros en naturaliavidasana@hotmail.es a la atención de Rosabel Domínguez.






Fuente: Clara Castellotti.

sábado, 19 de octubre de 2013

Receta de desodorante natural, saludable, económico y efectivo.

El 85% de las personas que sufren cáncer de mama superan la enfermedad, es un dato muy alentador y que
nos abre de par en par una puerta a la esperanza.
Revisar nuestros hábitos, nuestra alimentación y realizarnos los oportunos controles médicos es un medio muy eficaz para prevenir o detectar de manera precoz la enfermedad y aumentar así las posibilidades de curación.
A nivel cosmético hemos de tener en cuenta la presencia de sustancias químicas tóxicas que se relacionan con el desarrollo de esta enfermedad.
Hablamos del clorhidrato de aluminio presente en la mayoría de los antitranspirantes y desodorantes del mercado.
Su acción astringente consigue reducir e incluso inhibir el flujo de sudor.
Se le relaciona estrechamente con el cáncer de mama al provocar la mutación de las células, ya que recordemos que el aluminio puede unirse al ADN y modificar su estructura así como alterar la actividad de los genes.
Al evitar la eliminación de las toxinas a través de las axilas fuerza al cuerpo a depositarlas en las glándulas linfáticas que se encuentran bajo el brazo. Esta sería la razón por la que la mayoría de los tumores cancerígenos de mama se encuentren precisamente donde se encuentran estas glándulas.
En un elevado % de la biopsias realizadas a personas con cáncer de mama se ha detectado la presencia del clorhidrato de aluminio.

En un día tan especial como hoy quiero dejaros la receta de un desodorante natural, fácil de realizar, económico y saludable.

Arcilla blanca.
Glicerina vegetal.
Unas cucharadas de infusión de salvia.
Aceite esencial de lavanda y árbol de té.

Mezclamos la arcilla blanca con un par de cucharadas soperas de infusión concentrada de salvia y con la glicerina vegetal hasta conseguir una consistencia cremosa y de fácil aplicación. No usar elementos metálicos cuando trabajemos con arcillas.
Añadimos unas gotas de aceite esencial de lavanda y árbol de té en proporción 2:1 (doble de lavanda en relación al árbol de té).
Esta mezcla se absorbe rápidamente, no ensucia la ropa y nos protege naturalmente durante todo el día.

viernes, 18 de octubre de 2013

La OMS alerta del peligro de respirar aire contaminado y su relación con el peligro de sufrir cáncer

El Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer  (CIIC), una agencia de la OMS, incluyó la contaminación del aire en la categoría cancerígena “segura”. Este hecho fue anunciado el jueves en Ginebra por su director, Christopher Wild, en conferencia de prensa.

El CIIC ya había clasificado al diesel y a las partículas finas en la categoría “cancerígena segura”  en junio del 2012.

“Los expertos concluyeron que existen pruebas suficientes de que la exposición a la contaminación del aire causa cáncer de pulmón. También notaron una asociación con un riesgo mayor de cáncer de vejiga”, indicó el CIIC en un comunicado.

La organización subrayó que los transportes, la industria y la agricultura son algunos de los causantes de esta contaminación.

Estas fueron las conclusiones a las que llegaron los expertos, reunidos durante varios días en la ciudad de Lyon  (centroeste de Francia), que analizaron las conclusiones de miles de estudios realizados en todo el mundo.    

Aire contaminado
“El aire que respiramos ha sido contaminado por una mezcla de substancias que provoca cáncer”, lamentó el doctor Kurt Straif del CIIC.

“Ahora sabemos que la contaminación del aire exterior no sólo es un riesgo mayor para la salud en general, sino también una causa medio ambiental que causa muertes por cáncer”, añadió.

Por ahora, los datos no han permitido establecer si un grupo de la sociedad en particular  (hombres o mujeres, jóvenes o ancianos) es más vulnerable que otros. Pero “las personas más expuestas (a la contaminación del aire) son las más vulnerables”, indicó por su parte el doctor Kurt Straif del CIIC.
POR AGENCIA AFP / SUIZA

martes, 8 de octubre de 2013

jueves, 3 de octubre de 2013

Veneno en tu piel. Peligros de las sustancias químicas tóxicas presentes en cosmética.

¿Somos realmente conscientes de la exposición tóxica que sufre nuestro organismo diariamente en actos tan
cotidianos y rutinarios como lavarnos la cara, los dientes o el pelo, al maquillarnos o desmaquillarnos, al afeitarnos o aplicarnos un desodorante, entre otros?
¿Somos realmente conscientes del peligro al que exponemos a nuestra salud al no tomar las precauciones adecuadas a la hora de seleccionar los cosméticos que vamos a usar?
¿Somos realmente conscientes del gran número de sustancias químicas presentes en la mayoría de productos cosméticos susceptibles de provocar trastornos más o menos graves en nuestra salud, incluido el cáncer, y que están permitidas?
Cuando hablamos de cosmética no sólo nos referimos a cremas y productos de embellecimiento, sino a todos aquellos productos que usamos a diario en nuestra higiene y cuidado personal, tales como champús, geles de baño, pasta de dientes, enjuagues bucales, lacas para el pelo…etc.
El 19 de febrero de 2013 la Organización Mundial de la Salud (OMS) reveló que la absorción por el organismo humano de diversos químicos sintéticos a la vez, incluso a bajas dosis cada uno, está cada vez más asociada por los científicos con el aumento de enfermedades y desórdenes del sistema endocrino.
Los químicos capaces de trastornar el sistema endocrino, del que dependen funciones vitales como el metabolismo, el crecimiento, el sueño y el humor, están en productos presentes prácticamente en todos los hogares como cosméticos y productos para el cuidado personal.
Uno de los aspectos que más preocupa a la OMS es la multiplicación de sustancias químicas presentes en la vida diaria y el hecho de que el ser humano se encuentre expuesto a buena parte de ellos incluso antes de nacer.
Diversos estudios científicos han encontrado asociaciones entre la exposición a dichos químicos y la infertilidad en varones, ciertos tipos de cáncer de mama en mujeres y el cáncer de próstata y tiroides.
Asimismo, se ha relacionado estos productos con consecuencias nefastas para el sistema nervioso infantil, especialmente el déficit de atención y la hiperactividad.
Los químicos dañinos para el sistema endocrino pueden entrar en el ambiente a través de los desechos industriales y urbanos, la acumulación de químicos utilizados en la agricultura, la inhalación de gases y partículas presentes en el aire y a través del contacto con la piel.
Entre las acciones que la OMS propone figura mejorar la capacidad para analizar el impacto de más químicos en el sistema endocrino, determinar mejor las vías de exposición y promover la transparencia para que las industrias hagan declaraciones exactas de las sustancias que contienen sus productos.
Según la Agencia para la Protección de la Salud del Reino Unido cada mes aparecen más de 600 sustancias químicas nuevas que se añaden a las 80000 ya existentes de las cuales sólo se han constatado los efectos que provocan en humanos menos del 10% de las mismas, o lo que es lo mismo, sólo hay controladas menos de 8000 sustancias de las que 6000 están permitidas para su uso en cosmética. Es difícil de aceptar que estén permitidas cuando se ha comprobado que muchas de ellas causan alergias, irritación de la piel, problemas de pigmentación, trastornos hormonales, malformaciones fetales e incluso cáncer, entre otros.
La industria cosmética mueve millones de euros al año a través de sus ventas, por lo que dedican grandes esfuerzos en la investigación y creación de productos que mejoren la belleza y el cuidado corporal, pero en la obtención de productos más efectivos, vemos que la salud es la gran olvidada por el sector, pues en su empeño por maximizar beneficios minimizando costes, usan productos más baratos que pueden poner en peligro nuestra salud.
Cada vez son más los expertos que consideran algunos productos cosméticos como verdaderos venenos para nuestra salud, por muy legales que se consideren.
La Ley prohíbe la presencia de sustancias clasificadas como carcinógenas, mutágenas o tóxicas, pero en la práctica vemos que la realidad es otra. Incluso en marcas internacionales de reconocido prestigio encontramos la presencia de sustancias que pueden dañar nuestra salud.
La presencia de estas sustancias nocivas en los productos cosméticos se justifica por la pequeña cantidad presente en los mismos, lo que viene a decir que como se encuentran en pequeñas cantidades, son inofensivas, olvidando que la mayoría de estos productos son de uso diario por lo que la cantidad de sustancias químicas nocivas que finalmente se encuentran en nuestro organismo es muy elevada. La única cantidad aceptada de dichas sustancias en los cosméticos debe ser cero.
Otra de las cuestiones al respecto que nos quieren hacer creer es que estas sustancias se quedan en la capa más superficial de la piel, cuando lo cierto es que una vez aplicado el cosmético sobre la  misma, es absorbido y dichas sustancias tardan 15 minutos en estar presentes en el torrente sanguíneo, con el peligro que ello conlleva.

Listado de sustancias consideradas más peligrosas:

Aceites minerales:
Sustancias derivadas del petróleo que la industria cosmética usa como agentes antibacterianos y para mejorar la textura de las cremas, consiguiendo un efecto agradable al aplicarlas en la piel.
Ingredientes principales también en productos capilares, lociones para después del afeitado, desodorantes, enjuagues bucales, aceites para bebés, pastas de dientes…
Su uso les es muy rentable debido a su bajo costo, pasando por alto el hecho de que sena altamente cancerígenos.
Además, en cremas, producen un engaño óptico, pues cubren la piel como si fueran una envoltura de plástico tapando los poros, bloqueando la respiración de las células, extrayendo la humedad de la piel y sacándola a la epidermis para que ésta aparezca brillante e hidratada. Pero esto solo es de manera aparente, pues queda incapacitada para realizar sus funciones de defensa. Impide eliminar toxinas a través de la piel, apareciendo acné, irritaciones, rojeces y otros desórdenes además de provocar un envejecimiento prematuro de la piel.
Por ello cuando dejamos de usar estas cremas la piel aparece aún más seca y estropeada que cuando empezamos a usarlas, por lo que muchas personas vuelven a aplicárselas inmediatamente, pues relacionan su aplicación con la piel brillante e hidratada que su aplicación les aporta engañosamente comenzando así un círculo vicioso que solo beneficia a la industria cosmética que usa estas sustancias.
Podemos encontrarlas en las etiquetas como aceite mineralparaffinum, paraffinum liquidumpetroleum
También son derivados del petróleo sustancias como el metilsilanol, la cera microcristalina, el ozokerite, el ceresin la vaselina. Pero dentro de estos derivados destaca especialmente el glicol propileno. Se trata de un líquido incoloro presente en multitud de productos cosméticos y también en pinturas, detergentes para la ropa, ceras para suelos, anticongelantes y líquidos de frenos para los coches.
Dicen de esta sustancia que ayuda a retener la humedad de la piel y que se perciba al tacto suave y sedosa. Pero lo que no se dice es que numerosos estudios relacionan esta sustancia con la dermatitis de contacto y con algunos trastornos del riñón o del hígado, que puede inhibir el crecimiento de las células epidérmicas e irritarlas, de hecho es considerada el principal irritante de la piel aun en concentraciones muy bajas y que puede irritar también los ojos, causar trastornos gastrointestinales, náuseas, dolor de cabeza y vómitos además de afectar al sistema nervioso central.

Ftalatos:
Los ftalatos son sustancias disolventes y suavizantes presentes en numerosas cremas, esmaltes de uñas, perfumes, lacas para el pelo y desodorantes a pesar de estar prohibidos por el Parlamento Europeo en la fabricación de juguetes susceptibles de ser metidos en la boca y en artículos de puericultura por estar relacionados con daños en los sistemas reproductor y endocrino así como en el aumento de riesgo de padecer asma y cáncer. No sin olvidar que también están asociadas al elevado riesgo de provocar anomalías genitales en bebés varones. Seis ftalatos presentes en los cosméticos son dietilhexiloftalato (DEHP), dibutilftalato (DBP), butilbenzilftalato (BBP), diisononilftalato (DIDP) y el dinoctilftalato (DNOP). Debiendo tener especial cuidado con los tres primeros.

Fenol y Fenil:
Se usan como desinfectantes en el sector médico y como conservantes en la industria cosmética.
El fenol se trata de un alcohol que se produce mediante la oxidación parcial del benceno lo que lo convierte en un ingrediente tóxico que puede afectar al sistema nervioso central, al corazón, al hígado, al riñón y a la piel. Nitrophenophenolphthalein, clorophenol son algunas de las denominaciones bajo las que puede aparecer.
El fenil, incluido en cosmética como phenylenediamine sulfate, pasa al torrente sanguíneo tras penetrar la piel pudiendo causar problemas hepáticos.
Ambos son incluidos especialmente en los enjuagues bucales. Estudios al respecto alertan del peligro de padecer cáncer de boca o garganta mayor que quienes no lo usan.

Ingredientes artificiales o sintéticos:
Presentes en innumerables cosméticos aparecen bajo las siglas PEGs, abreviatura de glicol polietileno, que son sustancias emulgentes que se usan para cuajar agua y grasa o detergentes. Por sí solas no son tóxicas pero contribuyen a eliminar el factor protector natural de la piel, por lo que el sistema inmune queda más expuesta y, por tanto, más vulnerable. La piel y el organismo se hacen más receptivos a otras sustancias, incluidas las tóxicas.
No se permite usar más de cinco PEGs en un solo producto.
Las reconoceremos pues aparecen con las siglas PEG seguidas de un número que indica su peso molecular o por tu terminación en –ethsteareth, ceteareth o uno de los más empleados sodium laureth sulfate que no debe confundirse con el sodium lauryl sulfate un detergente muy irritante utilizado en el 90% de los champús y dentífricos convencionales que se encuentran en el mercado. Su simple contacto con la piel hace que sea absorbido y se almacene en los tejidos del corazón, el hígado, los pulmones, los ojos y hasta el cerebro. También afecta al sistema inmune, interactúa con otros ingredientes favoreciendo la aparición de cáncer y en cantidades suficientes puede modificar el material genético contenido en las células. En los laboratorios se usa para inducir mutaciones en bacterias y en animales causa problemas de pigmentación en la piel, corroe los folículos pilosos y retarda el crecimiento de pelo.
Otro químico especialmente peligroso es la diethanolamina (DEA). Base detergente y espesante que figura en la etiqueta de más de 600 productos cosméticos y para el hogar.
Diversos estudios han establecido el riesgo que implica una exposición contínua a ella, especialmente en el caso de niños, pues en experimentos con ratas, tras ser aplicada en repetidas ocasiones sobre la piel de las mismas hace aumentar exponencialmente la incidencia de cánceres de hígado y de riñón.

Colorantes:
Presentes para dar color a cremas, geles de baño, maquillajes, tintes, etc, muchos de ellos han demostrado ser, al menos en animales, altamente cancerígenos y alterar las moléculas de ADN.
Los reconoceremos porque en sus denominaciones incluyen las sílabas anilin anilid, acetanilid u otras fórmulas más sencillas como HC (HC Orange 3), Acid (Acid red 73) o Pigment (Pigment Green 7).

Solventes:
Muchos estudios los relacionan con el aumento en la incidencia de cáncer.
Algunos de ellos como los que contienen el término isopropil, se usan también como solventes de pinturas y forman parte de la composición de los líquidos anticongelantes de los coches.
Sustancia derivada del petróleo que la industria cosmética convencional incluye en tintes de pelo, cremas de mano, exfoliadores, cremas y espumas de afeitar, colonias y otros muchos cosméticos.

Fragancias artificiales:
Fragancias muy baratas y de fácil producción que se añaden a perfumes, geles de ducha, jabones, desodorantes, productos para bebés, champús, cremas de manos y corporales…
Se les considera peligrosas porque son bioacumulativas y se sospecha que puedan producir trastornos en los sistemas reproductor y endocrino.
Se ha descubierto que una vez sobre la piel pueden causar alergias, dolores de cabeza, mareos, tos, manchas oscuras en la piel, pérdidas de concentración e incluso cáncer. Se esconden en denominaciones como acetil hexametil, que incide sobre el sistema nervioso o bromocinnamal, que resulta irritante para la piel. Una de las más usadas es el tonalide.

Liberadores de formaldehído:
Se trata de uno de los conservantes más empleados por ser un potente antimicótico. De ahí que se utilice incluso en la fabricación de materiales de construcción y de muebles ya que previene y evita la aparición de moho y hongos. Es altamente cancerígeno por inhalación. Además exponerse a él puede causar dolores articulares, de cabeza o de pecho así como alergia, irritación y envejecimiento prematuro de la piel, daño en las membranas celulares y malformaciones en los fetos. Su uso está prohibido en cosmética pero como es un conservante muy barato y efectivo la industria se las ha ingeniado para crear sustancias que directamente no se pueden considerar formaldehídos pero que los liberan. Podemos reconocerlos fijándonos en ingredientes acompañados de la palabra urea, diazolidinil urea, imidazolidinil urea opoliximmetileno urea.
No debe confundirse con la urea que se encuentra en la sangre y que es el resultado del metabolismo de las proteínas.
Otra forma de identificarlas es fijarse en que lleven las letras DM delante del nombre del conservante químico como es el caso de la DM hindatoina.
Otros conservantes liberadores de formaldehídos son el dimetil oxazolidino, armilacetato o el alkifenol.

Otras sustancias preocupantes:

Talco
Es una sustancia químicamente muy similar al asbesto o amianto, elemento conocido por provocar cáncer, especialmente de pulmón. El talco forma parte de numerosos productos cosméticos, entre ellos los maquillajes y  polvos para bebés. También se usan para lubricar los preservativos. Estudios realizados advierten de que el uso del talco en la zona genital hace que aumente en un 60% el riesgo de padecer cáncer de ovarios. Tapa los poros de la piel e impide sus funciones normales.

Aluminio
Estudios realizados por la OMS relacionan el aluminio con el Alzheimer.
El aluminio puede unirse al ADN y modificar su estructura así como alterar la actividad de los genes.
Su absorción se produce tanto por vía oral como a través de la piel.
Por lo que deberemos tener especial cuidado con los cosméticos que lo contengan pues constituyen una fuente de contaminación muy alta.
Especialmente porque el aluminio, en sus distintas formas, puede encontrarse en cremas hidratantes, pintalabios, desodorantes, antitranspirantes. Un uso habitual del aluminio en cosmética es a través  del clorhidrato de aluminio presente en la mayoría de antitranspirantes del mercado. Su acción astringente consigue reducir o inhibir el flujo de sudor pero está estrechamente ligado al cáncer de mama al provocar la mutación de las células. Ello es debido, al parecer, a que al evitar la eliminación de toxinas a través de las axilas fuerza al cuerpo a depositarlas en las glándulas linfáticas que se encuentran bajo los brazos. Esta sería la razón de que la mayoría de los tumores cancerígenos de mamase encuentren precisamente donde se encuentran esas glándulas.
Efectos similares a los del clorhidrato de aluminio los provocan los parabenos, sustancias bacteriostáticas y fungicidas utilizados en multitud de productos de belleza. Estas sustancias pueden imitar el comportamiento de los estrógenos y favorecer el crecimiento de tumores asociados a los niveles de estos como es el caso del cáncer de mama. Lamentablemente los parabenos, en cualquiera de sus formas, se encuentran en más del 90% de los productos que permanecen en la piel y en más del 70% de los que se enjuagan.

Mercurio
Es un metal pesado de elevada toxicidad. Pese a ello se le permite a la industria cosmética utilizarlo como conservante en productos de maquillaje y desmaquillaje de los ojos, siempre que su concentración máxima sea del 0.007%. En la etiqueta se puede encontrar bajo la nomenclatura de tiosalicilato de etilmercurio.

Antioxidantes sintéticos
El elbutihidroxitolueno BHT (también puede aparecer como E-321) es un antioxidante sintético que a pesar de no ser un agente mutágeno es capaz de modificar la acción de ciertas sustancias que pueden provocar cáncer.
Se ha constatado en ratas que a altas dosis afecta a la reproducción y al número y desarrollo de las crías.

Artículo Veneno en tu piel.

Rosabel Domínguez.

Belleza natural y saludable

Vivimos en una sociedad donde prima un estereotipo de belleza que nos esclaviza y nos aleja de nuestra verdadera esencia.
Somos víctimas de un modelo de belleza que no tiene en cuenta las características físicas que nos son propias y nos diferencian, haciéndonos únicos.
Este modelo de belleza persigue una alienación, donde si no tienes un determinado peso, unas determinadas medidas, un determinado tipo de piel o un pelo con determinadas características, entre otros, puedes ir olvidándote de ser considerado como una persona bella e incluso de tener éxito en la vida.
Y todos, en mayor o menor medida, en un momento u otro de nuestras vidas, hemos caído en las redes de este sistema.
Y es ahí donde la Industria Cosmética hace su negocio. Totalmente conscientes de la importancia de la imagen en nuestra sociedad, invierten ingentes cantidades de dinero en la investigación de productos específicos que sacien nuestra sed de aceptación, éxito y bienestar con nosotros mismos.
Y como negocio, intentan maximizar beneficios minimizando costes, usando sustancias de bajo coste pero altamente efectivas que les hagan rentabilizar su negocio. Marcas de reconocido prestigio internacional poseen estas sustancias en sus formulaciones, no teniendo en cuenta u obviando los efectos negativos de las mismas en la salud del ser humano.
La OMS y otros organismos alertan de la sobreexposición tóxica a la que estamos sometidos, donde incluyen los cosméticos como fuente de esta peligrosa exposición.
Hablamos de miles de sustancias tóxicas presentes en los cosméticos convencionales que diversos estudios científicos han relacionado con dermatitis, alergias, malformaciones fetales e incluso cáncer, entre otras muchas.
Ante este descontrol y permisividad de quien corresponda nos encontramos totalmente indefensos y nuestra salud atacada día a día. Por lo que adecuarnos a un determinado estereotipo de belleza o incluso nuestro aseo y cuidados diarios pueden salirnos muy caros.
La belleza es armonía, que provoca placer y admiración. Pero recordemos que es una cualidad subjetiva, lo que es bello para uno no tiene por qué serlo para otro. Y es ahí donde debemos hacer hincapié. No podemos gustarle a todo el mundo, pues cualquier esfuerzo que hagamos al respecto será en vano.
Aceptarnos tal cual somos, potenciando lo más hermoso de nosotros mismos, cuidándonos y embelleciéndonos con productos naturales hechos por nosotros mismos y con las sustancias que la Naturaleza nos ofrece evitando así poner en peligro nuestra salud, no caer en estereotipos imposibles que solo benefician económicamente a unos pocos y reivindicar nuestra singularidad son los pilares fundamentales para una belleza natural y saludable.
Rosabel Domínguez.

Cosmética natural

La cosmética natural se está convirtiendo en una tendencia mundial indiscutible. Sus orígenes se remontan a
los orígenes de la humanidad pero es en la actualidad cuando está adquiriendo un lugar básico dentro de la Salud natural, una vuelta al cuidado, tratamiento y embellecimiento de nuestra piel y cabello con la naturaleza como fuente principal de abastecimiento.
La industria de la cosmética natural se ha convertido en una parte importante de la economía mundial al responder a la demanda de aquellos que la eligen como una filosofía y un estilo de vida, por ello hemos de ser exigentes con los productos que nos ofertan y adquirir el conocimiento necesario para discernir los productos que realmente responden a nuestra demanda de los que no.
Debemos diferenciar las modas de un estilo de vida consciente donde la naturaleza se convierte en la botica de la cual abastecernos, pues sólo así nos garantizaremos productos cosméticos que se conviertan en verdaderos “medicamentos” para el mantenimiento y/o recuperación de nuestra salud y bienestar.
Los cosméticos naturales están formulados principalmente por componentes vegetales y minerales convirtiéndose así en un medio de respeto absoluto por nuestra salud.
Realizar nosotros mismos nuestros productos de cosmética natural nos da la seguridad de conocer los elementos que introducimos en su formulación, así como su origen, siendo la opción más fiable y segura aquella que nosotros mismos cultivemos o en su defecto personas de nuestra entera confianza. Si esta opción no fuera posible adquirir productos de calidad cuyo origen, tratamiento y conservación aparezcan minuciosamente detallados en el etiquetado y se adecuen a nuestras exigencias.
Realizar nuestra cosmética también nos garantiza el modo de elaboración y los medios de conservación, pues elegiremos aquellos más caseros y artesanales para asegurarnos un producto final lo más natural posible.
La cosmética natural aporta múltiples beneficios a la salud y, por ende, a la piel, gracias a los principios activos de las plantas y de los elementos que la naturaleza nos ofrece.
reestableciendo su equilibrio natural y fortaleciendo y mejorando las funciones dérmicas.
La elaboración de cosméticos naturales conlleva una ética ecológica. Se preservan los recursos naturales al no generar residuos químicos, agresivos o perjudiciales para el medioambiente. Del mismo modo debemos ser absolutamente respetuosos con el reino animal, no usando productos que provengan de la explotación animal en ninguna de sus facetas.
Realizar cosmética natural responde a una filosofía de vida donde el respeto por la naturaleza debe ser esencial. Tomar de ella lo que nos ofrece en su justa medida y favorecer su posterior recuperación debe ser una máxima indiscutible, para así garantizar la supervivencia de los distintos ecosistemas.
En los tiempos que vivimos debemos atender necesariamente a los tipos de cultivo de procedencia de las materias primas que introducimos en las formulaciones cosméticas pues sólo así nos garantizaremos unos productos finales libres de pesticidas, de abonos químicos, de ingredientes modificados genéticamente y de sustancias químicas tóxicas que pongan en peligro nuestra salud.
Hacer una cosmética ecológica consciente, respetuosa con nuestra salud y la del medioambiente, con unos resultados extraordinarios para nuestra salud y nuestra belleza es posible.

El eco-movimiento, un estilo de vida consciente está en marcha ¿te subes?


Artículo escrito por Rosabel Domínguez.

Maquillaje natural

El acto de embellecer el rostro aplicándole color para realzar ciertos rasgos y disimular imperfecciones lleva 
realizándose desde hace miles de años.

Ya en Egipto las mujeres preparaban una pasta labial con escarabajos de color carmesí y rosa intenso para embellecer y realzar sus labios y para los ojos, tanto masculinos como femeninos, una pasta preparada a partir de cenizas de carbón previamente bendecido.

El maquillaje, bien utilizado, nos proporciona la posibilidad de transformar nuestro rostro a nuestro gusto, adecuándolo a lo que sentimos que es nuestra personalidad. Pero no sólo se trata de una cuestión estética o de belleza, sino que se convierte en un acto de comunicación con los demás, pues realzamos aquellos sentimientos o cualidades que queremos que sean captados por los ojos de aquellos con los que interactuamos: formalidad, desenfado, sensualidad....

El maquillaje puede considerarse como un acto terapéutico en dos sentidos, en primer lugar, el hecho de vernos bien nos hará sentir mejor, elevando nuestra autoestima y seguridad.
Por otro lado, el acto de maquillarnos y embellecer nuestro rostro debe ir unido al cuidado, respeto y tratamiento de nuestra piel. Con los productos de maquillaje convencionales solo ocultamos lo que no nos gusta, tapando imperfecciones y "defectos". Con un maquillaje natural y consciente, hecho por y para nosotros mismos podemos tratar nuestra piel atendiendo a las necesidades que su tipología requiere, así como las pequeñas imperfecciones que refleje, al mismo tiempo que lo embellecemos.

Los diferentes productos que se emplean en el maquillaje natural están elaborados con pigmentos vegetales y minerales que son los que le aportan el color, unidos a una crema, a un aceite, ceras u otros elementos naturales que nos aportan los múltiples beneficios de la cosmética natural.

En los productos de maquillaje convencional es habitual encontrar polvo de aluminio, derivados del petróleo e incluso algunas trazas de plomo, elementos nada indicados para nuestra salud.

Con los productos usados en la elaboración del maquillaje natural embellecemos nuestro rostro de una manera saludable, beneficiándonos de los principios activos de los elementos naturales que usamos en su elaboración y que nos ayudan a conservar una piel sana, joven y reluciente.


Identificar, aceptar y tratar, potenciar y no esconder, para desde ahí brillar.
La verdadera belleza se encuentra en la armonización de lo que somos y la imagen que proyectamos.

Rosabel Domínguez.
Profesora de Cosmética consciente y Maquillaje terapéutico.

Fitoterapia y salud integral

La fitoterapia es la terapia que se sirve de los principios activos o propiedades medicinales
de las plantas en el mantenimiento y la recuperación de la salud, así como en la prevención de la enfermedad.
Las especies vegetales, anteriores a la aparición de los seres humanos, constituyen, además de alimento, el remedio primero a los problemas de salud del ser humano.
La fitoterapia entendida como la utilización de los productos de origen vegetal con finalidad terapéutica, ya sea para prevenir, para atenuar o para curar un estado patológico es tan antigua como el hombre.
El empleo terapéutico de las especies vegetales ha sido la base principal de la medicina de todas las civilizaciones a lo largo de la historia.
La fitoterapia nunca ha dejado de estar vigente.
El uso terapéutico de las plantas ha experimentado grandes variaciones a lo largo de la historia, pero su eficacia como agentes terapéuticos está ampliamente demostrada.
Muchas de las especies vegetales utilizadas por sus propiedades medicinales entre los antiguos egipcios, griegos y romanos pasaron a formar parte de la farmacopea medieval, que más tarde se vio enriquecida por el aporte de los conocimientos del Nuevo Mundo y de las especies vegetales procedentes de la India. Dichas plantas medicinales y los remedios elaborados a partir de ellas se siguen usando hoy en día.
El giro se dio en 1893 cuando Félix Hoffmann, químico de la casa Bayer, llevó a cabo la síntesis industrial del ácido acetilsalicílico, lo que comercialmente conocemos como aspirina, lo que supuso el inicio de la farmacología de síntesis.
A raíz de la eclosión y el gran desarrollo de estos fármacos, que forman la base de la terapéutica oficial de los países occidentales, el uso de las plantas medicinales de uso tradicional quedó relegado durante muchos años ante la comunidad científica a un discreto segundo plano como “remedio casero” con escasa por no decir nula consideración por su parte. Son muchos los que piensan que el gran desarrollo de este tipo de fármacos en detrimento de la medicina herbal responde a intereses económicos que persisten hasta la actualidad.
A pesar de todo ello las plantas de uso medicinal han seguido ocupando un lugar primordial en el desarrollo de la farmacología, debido a su complejidad química, han constituido y constituyen una fuente valiosísima de principios activos y de modelo para la síntesis química de numerosos e importantes medicamentos.
En realidad la medicina se fundamenta en el uso de las plantas medicinales y, a pesar del aparente descenso en el uso de las mismas a raíz del desarrollo de las técnicas de síntesis química, origen de las modernas farmacéuticas, su uso no sólo no desapareció sino que en la actualidad va en aumento.
Existe cada día más gente que descubre en la fitoterapia o medicina a base de plantas una forma muy eficaz de cuidar su salud, exenta de los efectos secundarios que presentan los fármacos.
La fitoterapia se está convirtiendo en uno de los pilares fundamentales de la salud integral así como de  la medicina natural que consideran al ser humano desde una perspectiva holísitica (cuerpo, mente y alma) en armonía con la naturaleza.
Emociones, pensamientos y creencias juegan un papel tan importante en la salud como el estado físico de los distintos órganos y tejidos del cuerpo por lo que debemos comprender que todos participamos en nuestra salud y en nuestra enfermedad en todo momento. Aquí radica la importancia de hacernos responsables de nuestra salud.
La comprensión de esta participación es el primer paso para cualquier persona que desee recuperarse.
Debemos de tener en cuenta que una enfermedad no es simplemente un problema físico. El problema se encuentra en el todo integral que constituye la persona. Si este todo no está direccionado en su conjunto hacia la salud, las intervenciones puramente físicas no obtendrán el éxito deseado. De ahí la importancia de elegir terapias integrales u holísticas que nos ayuden a mantener o recuperar nuestro bienestar.
Cada día se descuida más la importancia del individuo como persona y se le ve más como una enfermedad.
Sin tener en cuenta el todo y las circunstancias, la terapéutica oficial no sólo no cura sino que agrava las circunstancias.
Sólo vista la enfermedad como parte del contexto de una persona que se considera en su totalidad podremos encontrar la solución adecuada a su falta de bienestar.
La fitoterapia se basa en la acción de las plantas sobre el individuo en su totalidad, no sobre un sistema en particular.
La medicina es realmente integral cuando se tiene en cuenta además del individuo en su conjunto el contexto social y cultural en el que éste se desenvuelve y en el que se desarrolla su problema o enfermedad.
Es necesario examinar las pautas de comportamiento, ideas, trabajo y cultura de la persona, ya que en muchos casos puede encontrarse en ellos el origen de la enfermedad.
Lo importante es potenciar en la persona la capacidad para comprenderse y ayudarse a sí misma, haciéndose responsable de su salud, mediante la educación, el cuidado, la prevención de enfermedades y el fomento de un estilo de vida sana, en armonía con la naturaleza, fuente de toda salud y belleza, donde el uso de las plantas medicinales ocupa un lugar primordial, considerando la salud desde esta perspectiva como un estado positivo de bienestar y no como la ausencia de enfermedad.



Rosabel Domínguez.
Naturalia Vida Sana.
Para la Revista Nuna, Lima, Perú.