Dos de septiembre de 2006, cumplo treinta años.
Me invade mi vida, emoción tras emoción recorren mi alma.
La vida se me escapa, nada es cómo había planeado.
Sorprendida a cada paso,
llego a este instante de retrospección que me llena el alma y en el que
siento cada instante de mi vida, cada
vivencia, cada pensamiento, cada emoción.... que me han hecho la mujer que me siento y que me
sienten hoy....
Orgullosa de mis logros, de mis fracasos, de mis risas y de mis lágrimas por ser el reflejo de mi
compromiso pleno con la vida, no pienso sentarme en el asiento de mis miedos, de mi inseguridad,
de mi incertidumbre y ver cómo se me escapa.
La vida me ha enseñado el verdadero significado de la valentía que es el
enfrentar los oscuros temores que habitan en nuestro interior para dejar
espacio a la luz.
Sólo tenemos la vida y la siento como el viaje más
apasionante, la aventura más excitante y el aprendizaje más profundo que se
pueda experimentar.
Viajera, aventurera y aprendiz de ella siento la magia
de sentirme viva.
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