Cosmética natural

Cosmética natural
Medicina natural para tu piel

Buscar en este blog

miércoles, 30 de septiembre de 2015

Mascarilla facial para pieles sensibles: de la despensa a tu piel.

Esta mascarilla es un verdadero regalo para la salud y la belleza de nuestra piel, la formulamos bajo
petición de Tele Madrid, para un reportaje que grabamos con ellos el pasado mes de agosto en Madrid, en Rogelaine Imagen Lifestyle.
Querían una mascarilla que se pudiera realizar con ingredientes que todos pudiéramos encontrar en nuestra cocina y de una manera muy sencilla, ¡y esa es nuestra especialidad!
Todos sabemos que para tener una piel sana y por tanto una piel bella, debemos hidratar nuestro cuerpo bebiendo a diario 1,5l de agua, llevar una alimentación sana y equilibrada, hacer ejercicio físico regularmente y evitar hábitos insanos.
Y como parte de este estilo de vida debemos cuidar y tratar nuestra piel con elementos naturales que aporten una serie de beneficios que nos ayuden a tener una piel limpia, hidratada, nutrida y sana.
Hoy vamos a realizar una mascarilla facial que va muy bien para todo tipo de pieles, pero en especial para las pieles sensibles, intolerantes o pieles normales expuestas a climatologías extremas de frío o calor, como las que sufrimos en ciertas zonas de España, donde pasamos del calor abrasador al frío invernal en un abrir y cerrar de ojos.

Para esta mascarilla necesitamos:
Harina integral de avena o en su defecto harina integral de trigo y copos de avena. Es muy importante que las harinas sean integrales para que los cereales mantengan todos sus nutrientes. Esta combinación de cereales aportarán a nuestra piel hidratación y nutrición.
Infusión de manzanilla y caléndula. Ambas plantas aportan a nuestra piel un efecto calmante y antiinflamatorio.
Aceite de almendras. Altamente nutritivo.
Yogur tipo griego, sin azúcar y sin sabor. Hidratante, exfoliante, suavizante, ideal para pieles sensibles.
Miel. Humectante natural, no irrita, es un bálsamo limpiador con un alto poder antioxidante,

Es importante que los ingredientes sean de la mayor calidad posible, para que mantengan todas sus propiedades y a poder ser ecológicos, para evitar así la presencia de pesticidas y otros tóxicos en su composición.

En un bol ponemos la cantidad de harina integral de avena o en su defecto de harina integral de trigo y copos de avena que consideremos oportuna para cubrir la piel del rostro y el cuello.
Incorporamos unas cucharadas de infusión de manzanilla y caléndula, aquella cantidad que nos permita realizar una pasta homogénea junto con la harina.
Añadimos una cucharada sopera de aceite de almendras, otra de yogur y otra de miel, mezclamos bien todos los ingredientes hasta que quede una pasta homogénea que podamos aplicar fácilmente en la piel sin que se escurra. Si la pasta quedara muy líquida podemos añadir más harina y si por el contrario quedara muy espesa podemos añadir un poquito más de infusión o de aceite de almendras.

Antes de aplicar la mascarilla en el rostro es importante que éste esté limpio, para lo que podemos exfoliar la piel con azúcar moreno y unas gotas de limón, realizamos la mezcla y aplicamos en la piel masajeándola en círculos, dejamos actuar un par de minutos y retiramos con agua tibia.

Secamos el rostro y aplicamos la mascarilla. Dejamos actuar y retiramos a los 15 minutos con agua tibia y finalizamos esta acción con agua fría.

La piel queda suave, nutrida, limpia y firme. Podemos aplicar entonces nuestra crema habitual. La mejor opción es una crema ecológica hecha de manera artesanal, como las que enseñamos a realizar en nuestros talleres.

Esta mascarilla facial es muy sencilla de realizar y muy económica, porque para vivir realmente bien, no se necesita mucho dinero, se necesita actitud.

Un beso.
Rosabel.



No hay comentarios:

Publicar un comentario